Olvidado tenía de las primeras cosas simples que aprendes a hacer con una cámara, que te sorprenden y crees que estas haciendo algo realmente nuevo e impresionante, aunque evidentemente no estemos descubriendo nada y estemos jugando con algo que todos en algún momento hemos hecho.

Un día llego mi hijo pequeño, Tirso, que había empezado a estudiar tambien fotografía y me lo volvió a enseñar, me gusto mucho, un hijo enseñando a un padre, me sorprendió que lo tuviera completamente olvidado, es lo que nos pasa con las cosas mas sencillas, que cuando nos vamos complicando, se nos olvidan porque a veces por sencillo pensamos que no nos permite avanzar en nuestros conocimientos, y nada mas lejos de la realidad.

Esta forma de trabajar la imagen, por supuesto que tiene accesorios para hacerlo más cómodo, pero a mí me gusta la parte aque tiene de paciencia, de experimentación, de volver al inicio, de creatividad, de jugar con La Luz y con el color.

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